Ha convertido la carnicería que heredó de su abuelo en una gastrocarnicería de moda. El secreto de su éxito, la ternura.

No todos los emprendedores viven en Silicon Valley.

Estaba tan acostumbrada al mundo de las redes sociales que no sabía que las verdaderas historias ocurren en los mercados.

Fuera de su hábitat natural también triunfa.

Ya se lo decía su madre, “Hijo, no hay nada más atractivo que un hombre que sabe comprar”

Compra. Cocina. Liga.

Iba para directora de cine, pero se dio cuenta que le gustaba más dirigir a la gente que no actúa.

Su pregunta favorita: “¿Qué me llevo hoy?”

Trabaja en Traeloo. Se rumorea que nadie le ha visto los pies. ¡Siempre lleva sus patines! con los que también se marca unos buenos bailes de trap.

Una valoración positiva en su trabajo le hace mantener la sonrisa todo el día.

Sus hijos se han ido de casa y está empezando a sacarse, tecnológicamente hablando, las castañas del fuego. ¡Eso y algún secreto más!

Adorable y adorada por todos, en el mercado es la más conocida de las vecinas.

No sabe cómo mandarle una foto a su pretendienta, pero sí cómo dejarla rota con sus trucos clásicos de ligue y sus bailes de salón.

Su nieto lo saca de quicio pero intenta encontrar el tiempo para compartirlo con él.

Se ha pasado todas las redes sociales, sobre todo Tinder. Consume la misma cantidad de Youtube y Tiktok, que su abuelo Pencho de carne.

Aunque con piel de gallito y en plena edad del pavo, está siempre a la disposición del abuelo.